domingo, 3 de julio de 2016

Henry A. Giroux El ratoncito feroz Disney o el fin de la inocencia

Introducción.-
file:///C:/Users/%C3%A7Usuari/Downloads/Introduccindelratoncitoferoz.pdf

DISNEY, ¿CONSUMISMO O CULTURA?

(...)La cultura que ha impuesto e impone Disney a través de sus productos, probablemente no es una cultura sincera y espontánea sino que es una cultura corporativa que según Giroux (2001,pg 109) está volviendo a escribir, la naturaleza de la cultura infantil. En donde aparentemente muestra su inocencia como marca, lo cual para muchos críticos es simplemente una máscara que oculta y disimula sus técnicas comerciales y manipuladoras.
http://200913658.blogspot.com.ar/2010/08/disney-consumismo-o-cultura.html

Disney y Pixar, "10 lecciones de películas"

https://www.entrepreneur.com/article/267446

Cultura infantil y multinacionales- Kincheloe, Steinberg.-

Capítulo 1-
https://www.dropbox.com/s/30tnwxgerb8fakw/Cap%201%20Kincheloe%2C%20Steimberg.pdf?dl=0
Capítulo 2-
https://www.dropbox.com/s/fiaa82snnmqjoe3/Son%20las%20pel%C3%ADculas%20de%20Disney%20buenas%20para%20sus%20hijos.%20LAYMEDU.doc?dl=0

Kincheloe, Steinberg cap 1 y 2



Cultura Infantil y multinacionales. (Kincheloe y Steinberg)

Capítulos 1 y 2:

La infancia ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, desde sus principios cuando la concepción de niño no estaba del todo establecida, hasta la actualidad; de acuerdo a las épocas y a las necesidades fue avanzado esta construcción de niñez. Es por esto que la producción de materiales para este rango de edad se vio como una posibilidad de mercado, no para satisfacer las necesidades sino para cubrir un capital económico, dado que el bloque de poder logró convertir la cultura infantil en mercancía. Esto hizo que la pedagogía cultural esté estructurada por la dinámica comercial, fuerzas que se impusieron en todos los aspectos de la vida privada. 

Por lo cual, como futuros profesionales debemos mediar en esta relación entre cultura popular y pedagogía. Concientizando en la necesidad de poder decir: ¡No! ante ofertas que no contribuyen al aprendizaje del niño.

El papel del profesional crítico de la infancia implica ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades para "releer" las películas de Disney, en disconformidad con los roles de género a Barbie y Ken que se imponen en ellas.

En palabras de Henry Giroux en Cultura infantil y multinacionales podemos decir que las películas de dibujos animados, específicamente las de Disney, son productoras de cultura, máquinas de enseñar, las cuáles hacen un fuerte énfasis en enseñar roles, valores y hábitos específicos en los sitios más tradicionales de aprendizaje, como las escuelas públicas, las instituciones religiosas y la familia.

En ese mundo de las películas de hollywood se construye un mundo de sueños y de inocencia infantil, donde Ios niños encuentran cada vez más un lugar para situarse en su vida emocional. Proporcionan así mismo un espacio visual de alta tecnología donde la aventura y el placer se encuentran en un mundo fantástico de posibilidades y en una esfera comercial de consumismo y conversión en mercado.

Disney se describe así como “el lugar más feliz de la tierra”, hoy por hoy es considerado un icono de la cultura norteamericana que se refuerza firmemente por medio de la penetración de su imperio en todos los aspectos de la vida social. Los niños experimentan su influencia cultural a través de un laberinto de presentaciones y productos que se encuentran en los vídeos caseros, los centros comerciales, las películas educativas escolares, las taquillas, los programas de televisión popular y los restaurantes familiares.

Disney se inscribe de manera dominante en la vida de los niños e influye poderosamente en la forma de imaginar el paisaje cultural de Norteamérica. La dominante autoridad cultural de Disney es demasiado poderosa y trascendente para ser simplemente objeto de reverencia.

La pregunta de si las películas de dibujos animados de Disney son buenas para los niños no tiene respuestas sencillas, pero al mismo tiempo requiere examinar estas películas fuera del registro tradicional de la diversión y el entretenimiento. Las producciones más recientes, que incluyen La Sirenita, Aladino, La bella y la bestia y El rey león, proporcionan amplias oportunidades para analizar cómo se construye una cultura de la alegría y la inocencia para los niños en la intersección del entretenimiento, la defensa, el placer y el consumismo.

El análisis crítico de cómo las películas de Disney surten efecto construyendo significados, induciendo placeres y reproduciendo las fantasías cargadas ideológicamente no pretende ser un ejercicio de descrédito. Al contrario, la influencia social y cultural de Disney, en cuanto compañía de 4.700 millones de dólares de facturación, es tan enorme y trascendental que no debería quedar libre de control y mediación.

Disney está cargado de sentidos donde se destaca la fantasía abundante en cuanto a las películas de dibujos animados donde se reproducen una multitud de villanos, héroes y heroínas exóticos y estereotipados. Las representaciones tanto de las mujeres malas como de las buenas parecen haberse hecho en la redacción de Vogue, las mujeres en estas películas están subordinadas en el fondo a los hombres y definen su sentido de poder y su deseo casi exclusivamente desde el punto de vista de la narración del macho dominante. El monstruo lobuno en La bella y la bestia evoca una rara combinación de error y amabilidad, mientras que Scar, el felino afable e intrigante, añade un toque contemporáneo al significado de maldad y traición.

El racismo es también un principio estructurador poderoso pero sutil en la película de dibujos animados más reciente de Disney: Pocahontas. En la interpretación de Disney de la historia colonial, Pocahontas se convierte en una súper-modelo morena similar a una Barbie con una silueta de reloj de arena cuya relación con el hombre millonario John Smith transforma un acto histórico de barbarie colonial en un romance sentimental. En esa alegoría romántica, la narración de la voracidad y la explotación del colonialismo se reescribe como una aventura amorosa multicultural en la que las cuestiones del conflicto humano, el sufrimiento y la explotación se eliminan convenientemente. El capitán John Smith, cuya reputación histórica se basó en su persecución implacable y asesina de los Indios, se mistifica en la Pocahontas de Disney en lugar de retratarlo con precisión —como parte de un legado colonial que tuvo como resultado el genocidio de millones de nativos norteamericanos—, Disney convierte a Smith en un varón blanco de elevados ideales que acaba siendo el señor Correcto para una versión de piel morena y destino adverso de la modelo de Calvin Klein, Kate Moss.

Otro rasgo central común a todas las películas de dibujos animados de Disney es la celebración de relaciones sociales profundamente antidemocráticas. La naturaleza y el reino animal proporcionan los mecanismos para presentar la jerarquía social, la realeza y la desigualdad estructural como parte del orden natural. Para los niños, los mensajes ofrecidos en las películas de Disney indican que problemas sociales como la historia del racismo, el genocidio de los nativos norteamericanos, el sexismo predominante y la crisis de la vida pública democrática norteamericana simplemente están dispuestos por la naturaleza. Esta es una visión peligrosa del orden social y muy conservadora sobre las relaciones sociales del mundo contemporáneo.

Además nuestra tarea como futuras profesionales debe ser poner al descubierto estas fuerzas invisibles pero influyentes. Esto no sólo proporciona la oportunidad de que los padres y otras personas hablen a los niños de la cultura popular, sino que también crea las bases para una comprensión mejor de cómo los jóvenes se identifican con estas películas. Esto aconseja que desarrollemos nuevas formas de alfabetización, de comprender e interpretar de un modo crítico los medios audiovisuales producidos electrónicamente. Enseñar y aprender la cultura del libro no es ya el elemento principal de lo que significa estar alfabetizado.

Problemática: La influencia de los medios audiovisuales en los niños de Nivel Inicial